Si recordáramos nuestras épocas de colegiales y pensáramos en aquellos
profesores con los que aprendimos más y mejor, y cuyas enseñanzas (afectivas y
académicas) aún están muy presentes en nuestra memoria (de largo plazo),
tendríamos la clave para mejorar los aprendizajes de nuestros estudiantes.
La razón de esta relación entre
mejores aprendizajes y los docentes pasa por muchas variables, pero es sabido
que si no existe esa "química" entre el profesor y el estudiante que los una de
manera que la comunicación sea bidireccional, no habrá manera de que el cerebro
recepcione la información y logre atravesar el filtro de la amígdala (revisar
amígdala). La empatía es dejado muchas veces de lado por los docentes que nos
olvidamos que el sentirse en confianza, seguro, y en buenas relaciones con el o
los profesores es fundamental en el aprendizaje de los estudiantes.
Es claro recalcar que no por esto
debemos ser permisivos, sino por el contrario, ordenados, coherentes y justos en
nuestros criterios e indicaciones. Se hace muy necesario, especialmente en estos
tiempos, que el estudiante comprenda y entienda el por qué de las decisiones, de
los trabajos, de las exposiciones, de las maquetas, de los proyectos, de los
trabajos de laboratorio, etc. No nos quedemos en la mera información, sino
preocupémonos en que realmente comprendan el por qué lo hacemos, que perseguimos
con los trabajos y para que les va a servir hacerlo. De esta manera lograremos
disminuir las tensiones y lograremos una mejor empatía con nuestros estudiantes,
y, por ende mejores aprendizajes.
Preséntate como algo agradable y bueno por conocer
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